
Por: Paladario | @elpaladario
¿Harto de baristas que no se callan? ¿Cansado de escuchar free jazz y Lana del Rey cuando de por sí tu vida ya es demasiado compleja o triste? ¿Tus exnovixs han plagado ese sagrado lugar donde vas a tomarte un café de especialidad? Descuida. Puedes tener un café de primer nivel en la comodidad de tu cueva, libre de diseñadores gráficos que se están horas tomándose un americano cuajado, o de políticos de medio pelo que van a hablar en volúmenes demasiado altos.
Lo importante de un café de especialidad es, precisamente, el café. Pero no nos hagamos tontos. Creemos firmemente en lo que dice nuestro querido Osquita, cuando ya con dos o tres sotoles encima repite, golpeando la mesa: “hacer café es simplemente echarle agua caliente al café”. Pero bueno, también… ¿Quieres un buen café? Cómprate uno bueno, uno rastreable, uno que te de la información necesaria como para saber que, efectivamente, estás tomándote algo que se ha cuidado con la neurosis de un barista. El resto es vanidad, y como nosotros somos vanidosos a gran escala, te vamos a dejar cinco artilugios cafeológicos, con todo y su enlace a Amazon, para que en este Buen Fin puedas comprártelos y así decir “en mi casa no tomamos Nescafé” con la soberbia de quien tiene demasiadas inseguridades. Como nosotros, pues.
Vamos a ello.
Sé exactx y cómprate una báscula.

Confía en tu barista cuando te diga, hinchado en confianza: “yo lo hago todo a ojo”, pero desconfía de ti, porque a diferencia de él, tú no tienes ni puta idea de nada. Y es que no existe una receta fija que diga un gramaje exacto, pero hay aproximados. Lo importante es que tú encuentres tu medida. Hazte de una báscula y siéntete un científico. Sirve. Mucho. Ésta de Amazon Basics está meh tirándole a bien; esta otra está mejor, pero sabemos que no nos apellidamos Slim ni nos llamamos Carlos.
Una tetera, de cuello de cisne, no la de peltre de tu abuelita.

¿Por qué de cuello de cisne? Porque estás manejando agua caliente y café molido. La primera es violenta y abrasiva, la segunda delicada y etérea. El vertido debe ser amoroso y armonioso. La técnica se desarrollará con el tiempo, así que ensaya. Recomendamos tres: Un café no debe prepararse a temperaturas volcánicas es por eso que apostamos por ésta que viene con todo y termómetro, baratísima además; ésta otra que es eléctrica y está bien, y esta otra muy económica, porque sabemos que no te apellidas Bezos ni te llamas Jeff.
Muele tu propio café. Compra un molino.

Suficiente trabajo tiene ya tu barista de confianza preparando capuchinos como un loco, como para que llegues tú y le pidas moler tu café. Ten corazón y cómprate un molino. Además, moler la cantidad exacta que prepararás en el momento te garantiza una calidad muchísimo más grande, así como un mayor tiempo de supervivencia del café. Ojo: compra aquellos que tienen la opción de diferentes grosores, no un molino de especias, que no somos bárbaros. Este es económico y a nosotros nos funcionó bien; este otro es una gran inversión si en verdad eres un entusiasta y quieres perfección en cada detalle. Y si tu apellido te da un fideicomiso con el cual puedes vivir la vida si esos delirios humanos como, no sé, ahorrar para aun retiro digno, entonces cómprate un molino El Comandante, hecho con exactitud alemana, manual, bellísimo y prácticamente indestructible. En venta con nuestros amigos de Etrusca, aunque por ahí debe haber uno que otro proveedor.
Una v60. Porque al fin de cuentas, todo esto se trata de filtrar café.

A lo largo de nuestra experiencia como consumidores de café nos hemos encontrado con artilugios que más bien parecen instrumentos de tortura, o bien, métodos cuyos resultados tienden a ser inexactos según la capacidad del barista. Por eso amamos los métodos de filtrado, y en específico, el v60. No te confundas, “v60” es la marca, japonesa, de Hario. Pero filtrados los encuentras de muchos tipos y muchas marcas. Nos gusta porque es sencillo, pero además, porque en su humildad yace una precisión que no exige mucho. Este paquete es genial porque viene con todo y filtros, perfecto para iniciados. Este también nos gusta. Encuentras otros que encarecen por su estructura de madera y demás parafernalia, pero los recomendaríamos si fuéramos un blog de decoración de interiores, y apenas somos lo que somos.
Una Aeropress. Cómprala y prepárate para no dejar de hablar de café.

Luego de mucho debate, decidimos recomendar la Aeropress. Y es que nuestro jefecillo está loco por otro método, la Clever. Afortunadamente somos un blog democrático y él perdió. ¿Qué tiene de interesante la Aeropress? Mezcla lo mejor de muchos mundos: es un proceso de filtrado, pero también hay cierta cocción del café. Además, la presión que se ejerce al momento de finalizar la extracción provoca y da como resultado cosas que no entendemos del todo bien, pero una cosa sí entendemos: este método se amolda casi a la perfección a muchos tipos de grano, a muchos tipos de tostado y a cualquier situación, porque sí, es portátil. No bajan de $800, cómprala.
(Nota del editor: o cómprate una Clever)
¿Por qué no recomendamos una máquina de expreso? Porque son caras, y si son caras es porque ofrecen una exactitud milimétrica. ¿Quieres una? Esta nos hizo muy felices luego de mucha práctica; esta la hemos usado y está decente. Pero insistimos: ¿quieres un expreso o una taza que salga de un expreso? Ve con tu barista de confianza, él manejará una máquina de calidad industrial, que siempre, siempre, serán mejores.
E insistimos. Compra un buen café. Al igual que con la carne de res, tomar un café de calidad ayuda al planeta, ayuda a familias, ayuda a la economía nacional y ayuda a tu paladar, a que se eduque y sepa lo que es el placer.
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